y no te lo tomes personal si hoy no quiero salir a bailar.
y si no quiero jugar.
y si no quiero gustar.
y si no quiero sonreir.
y si no quiero cantar.
y si no quiero ir a tomar una cerveza.
y si no quiero conocer a tus amigos.
y si no quiero (por hoy) que el otro lado de la cama se llene.
y si no quiero estar expuesta.
y si no quiero tener la lágrima a flor de piel.
y si hoy no quiero ser yo.
viernes, 23 de octubre de 2009
martes, 13 de octubre de 2009
querido diario:
Y hace mucho que no escribía Sarah.
Ahora con mezcla de nostalgia, de miedo, de insatisfacción, de confusión. Pero siendo la misma Sarah de siempre, habiendo cambiado en un par de cosas; estando un poco más histérica e histriónica, pero Sarah al fin y al cabo. Haciéndose el hábito de que las cosas van a cambiar, o por ahora creyendo que todo va a seguir igual. Aunque le de miedo el cambio y le asuste el abismo que le espera, Sarah está con esperanzas. A ella siempre le gustaron los cambios para bien, para crecer, para mejorar, para empezar de nuevo. A pesar de que tengan esa cosita de "no saber qué esperar", siempre le gustaron. Hasta incluso cambios que le fascinaron como esa vez que cambió de grupo para no estar nunca más en uno. Y otras que a la larga terminaron siendo cambios para el error, como esa vez que dijo no va más pero no lo había pensado del todo. Dos años después se estaba arrepintiendo bastante. Pero todo pasa por alguna razón, nada queda sin razón. Que los amigos de verdad se quedan y no se olvidan, y sino se quedan en el olvido. Así de simple, así de rápido. Así como debe hacer el resto del mundo con Sarah. Que es tan volátil y tan impalpable; que es tan rápida como se puede y se hace invisible cuando debe. Y su rutina tan divertida, tan espontánea. Que a pesar de que las cosas no estén saliendo muy bien, siempre mantiene el mismo espíritu. A pesar de que no lo hable con nadie, llorar le hace bien. Y hace catársis con playhouse disney, y sabe que no está bien. Pero no importa, ya van a mejorar. Otras cosas vendrán, otros desafíos, otros pelotudos (¿porqué no?) en el camino. Pero que por ahí, ahora las cosas sí iban a ser como ella quería y estaba esperando. Lunes guapachoza, martes teatro, miércoles roca+cine, jueves after, viernes fiesta, sábado algo siempre sale y domingo asado. Já! O poder irse sin avisar, tomarse el próximo tren y listo. Un verano con amigos en la playa, en el norte y en Brasil descansando; pensando en lo que se viene: con una cerveza bien fría en mano jugando al truco, ayudando a los chicos y construyendo o con una caipirinha y una zunga. Considerando todas las opciones y siendo meticulosamente estratégica como no le sale hacer con las relaciones o el colegio pero sí con los discursos (ah! qué buena que es con los discursos, tan emotiva!)
Por ahí Sarah se decidió a escribir luego de un tiempo porque estaba pensando detenidamente en todo y todos a la vez y no se dio cuenta que se le perdió algo en el camino. Dejar de pensar en todo y dividir. Rearmar y completar los espacios. Dejar de pensar en todos por un segundo y pensar en ella de nuevo. Narcisa y egoistamente. Teniendo en cuenta que todas sus decisiones son parte de un todo y que se forman gracias a las opiniones de los todos; simultáneamente. Pero que cada decisión conciente que toma son causa y efecto. Son algo que debería premeditar con debido control. Como poco (o nada) de lo que vino haciendo hasta hoy. Como una decisión adulta.
Y lo logró hacer a los días de gritar y patalear, como si tuviera 5 años de nuevo (que de hecho, si se lo pone a pensar más de dos segundos, sabe que casi nunca hacía berrinches; menos como el de esa noche). Y después de plantearse varias cosas y estar un poco a la deriva de lo "que pueda suceder" decidió que mejor es dejarse llevar por un rato y disfrutar del arco iris. Sin analizar tanto las cosas, sin re-pensarlas.
Y por más que las cosas hoy en día no estén muy claras Sarah sabe que van a estar bien.
Sarah siente.
Ahora con mezcla de nostalgia, de miedo, de insatisfacción, de confusión. Pero siendo la misma Sarah de siempre, habiendo cambiado en un par de cosas; estando un poco más histérica e histriónica, pero Sarah al fin y al cabo. Haciéndose el hábito de que las cosas van a cambiar, o por ahora creyendo que todo va a seguir igual. Aunque le de miedo el cambio y le asuste el abismo que le espera, Sarah está con esperanzas. A ella siempre le gustaron los cambios para bien, para crecer, para mejorar, para empezar de nuevo. A pesar de que tengan esa cosita de "no saber qué esperar", siempre le gustaron. Hasta incluso cambios que le fascinaron como esa vez que cambió de grupo para no estar nunca más en uno. Y otras que a la larga terminaron siendo cambios para el error, como esa vez que dijo no va más pero no lo había pensado del todo. Dos años después se estaba arrepintiendo bastante. Pero todo pasa por alguna razón, nada queda sin razón. Que los amigos de verdad se quedan y no se olvidan, y sino se quedan en el olvido. Así de simple, así de rápido. Así como debe hacer el resto del mundo con Sarah. Que es tan volátil y tan impalpable; que es tan rápida como se puede y se hace invisible cuando debe. Y su rutina tan divertida, tan espontánea. Que a pesar de que las cosas no estén saliendo muy bien, siempre mantiene el mismo espíritu. A pesar de que no lo hable con nadie, llorar le hace bien. Y hace catársis con playhouse disney, y sabe que no está bien. Pero no importa, ya van a mejorar. Otras cosas vendrán, otros desafíos, otros pelotudos (¿porqué no?) en el camino. Pero que por ahí, ahora las cosas sí iban a ser como ella quería y estaba esperando. Lunes guapachoza, martes teatro, miércoles roca+cine, jueves after, viernes fiesta, sábado algo siempre sale y domingo asado. Já! O poder irse sin avisar, tomarse el próximo tren y listo. Un verano con amigos en la playa, en el norte y en Brasil descansando; pensando en lo que se viene: con una cerveza bien fría en mano jugando al truco, ayudando a los chicos y construyendo o con una caipirinha y una zunga. Considerando todas las opciones y siendo meticulosamente estratégica como no le sale hacer con las relaciones o el colegio pero sí con los discursos (ah! qué buena que es con los discursos, tan emotiva!)
Por ahí Sarah se decidió a escribir luego de un tiempo porque estaba pensando detenidamente en todo y todos a la vez y no se dio cuenta que se le perdió algo en el camino. Dejar de pensar en todo y dividir. Rearmar y completar los espacios. Dejar de pensar en todos por un segundo y pensar en ella de nuevo. Narcisa y egoistamente. Teniendo en cuenta que todas sus decisiones son parte de un todo y que se forman gracias a las opiniones de los todos; simultáneamente. Pero que cada decisión conciente que toma son causa y efecto. Son algo que debería premeditar con debido control. Como poco (o nada) de lo que vino haciendo hasta hoy. Como una decisión adulta.
Y lo logró hacer a los días de gritar y patalear, como si tuviera 5 años de nuevo (que de hecho, si se lo pone a pensar más de dos segundos, sabe que casi nunca hacía berrinches; menos como el de esa noche). Y después de plantearse varias cosas y estar un poco a la deriva de lo "que pueda suceder" decidió que mejor es dejarse llevar por un rato y disfrutar del arco iris. Sin analizar tanto las cosas, sin re-pensarlas.
Y por más que las cosas hoy en día no estén muy claras Sarah sabe que van a estar bien.
Sarah siente.
lunes, 5 de octubre de 2009
jueves, 1 de octubre de 2009
STv
Bien, te estaban saliendo bien las cosas.
Primero, de una fiesta te decidiste ir con el que creías que era un potencial algo; no lo fue. Pero lo peor no es eso, de esos hubo y habrá miles, sino haber dejado en la fiesta al perfecto no potencial, a la perfecta realidad.
Bien, seguí sumando puntos. No sólo lo dejaste por un potencial algo, sino que a ese potencial algo le habías estado ocultando algo. Tiro por la culata, te salió mal.
Y así fue como empezó y terminó con el potencial algo.
Después vino el que potencialmente antes habías creído que podía ser algo, no, tampoco. Otro en contra. Te llama, no atendés, te invita, no accedés: se cansa. Toda tu idealización se fue a la mierda, junto con todo un año de chamulle muy mal invertido.
Bien, en la bolsa tus líneas ya no estaban cotizando, pero no importó. Seguiste igual, porque a una qué le cuesta soñar, ¿no?.
Bárbaro, después enamorás a uno más de la cuenta pero a esta altura ya esas cosas no cuentan. Te invita a salir, accedés. Te llama, no atendés porque no llegás. Es el destino: se va a vivir afuera.
Buenísimo, después de eso creías que no podía haber otro tsunami. Era climática y geológicamente imposible, pero no! Tú que todo lo puedes, todo lo bates. Y otro récord se sumó a la marca. Otro: plata, familia, educado, te lleva y te trae, se ofrece a cualquier cosa; lo tenés comiendo de tu mano practicamente. ¿Qué hacés? ¡Colgás! Ahora no pretendas que encima el pobre pibe te venga a buscar.
Bien Sarah, otro año más que las cosas salen tal como pensabas, que tus potenciales quedaron para ser potenciados y que los predispuestos se cansaron.
Pero no se pierdan otra edición de STv porque seguro que en lo que queda del año algún que otro récord de corrida en llano rompe..todavía no estamos muy seguros si ella de las cagadas o ellos del susto.
Primero, de una fiesta te decidiste ir con el que creías que era un potencial algo; no lo fue. Pero lo peor no es eso, de esos hubo y habrá miles, sino haber dejado en la fiesta al perfecto no potencial, a la perfecta realidad.
Bien, seguí sumando puntos. No sólo lo dejaste por un potencial algo, sino que a ese potencial algo le habías estado ocultando algo. Tiro por la culata, te salió mal.
Y así fue como empezó y terminó con el potencial algo.
Después vino el que potencialmente antes habías creído que podía ser algo, no, tampoco. Otro en contra. Te llama, no atendés, te invita, no accedés: se cansa. Toda tu idealización se fue a la mierda, junto con todo un año de chamulle muy mal invertido.
Bien, en la bolsa tus líneas ya no estaban cotizando, pero no importó. Seguiste igual, porque a una qué le cuesta soñar, ¿no?.
Bárbaro, después enamorás a uno más de la cuenta pero a esta altura ya esas cosas no cuentan. Te invita a salir, accedés. Te llama, no atendés porque no llegás. Es el destino: se va a vivir afuera.
Buenísimo, después de eso creías que no podía haber otro tsunami. Era climática y geológicamente imposible, pero no! Tú que todo lo puedes, todo lo bates. Y otro récord se sumó a la marca. Otro: plata, familia, educado, te lleva y te trae, se ofrece a cualquier cosa; lo tenés comiendo de tu mano practicamente. ¿Qué hacés? ¡Colgás! Ahora no pretendas que encima el pobre pibe te venga a buscar.
Bien Sarah, otro año más que las cosas salen tal como pensabas, que tus potenciales quedaron para ser potenciados y que los predispuestos se cansaron.
Pero no se pierdan otra edición de STv porque seguro que en lo que queda del año algún que otro récord de corrida en llano rompe..todavía no estamos muy seguros si ella de las cagadas o ellos del susto.
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