jueves, 16 de septiembre de 2010

De reflexiones

Creo que, como todo en la vida, pasa por algo. Y no por usar la frase trillada por usarla, porque está ahí y porque es bastante cierta. Sino porque no importa en qué nos fijemos, desde lo más chiquito. Todo pero absolutamente todo te deja algo, bueno, malo, superlativo, desastroso; hasta inclusive me atrevería a decir neutro. Pero todo, desde una mirada, hasta lo que te lavás de la cara cuando volvés a tu casa. Las épocas de fiestas y las de no tanto, estar pasando un rato con alguien, escuchar música sola. Estar haciendo un millón de cosas y no poder concretar una, estar esperando al cambio sentada. Organizar tu semana o armar proyectos muy a futuro. Saber qué querés, estar tratando de darte cuenta o que esté en un nivel inconsciente. Enojarte las veces que sea necesario o encontrarte en la alegría del otro. Es poder pensar algo un día y contradecirse el otro, ¡que para eso estamos vivos caramba! Es encarar proyectos o quedarse en la estaticidad temporal, mirando cómo pasan las cosas; que de eso también se aprende. No sólo experimentando, sino también mirando. Sacar una sonrisa, un llanto, una reacción. Es compartir silencios que son muy necesarios, no tener ganas de callarte algo. Esas épocas que sos pura concentración, otras que los crucigramas se te arman en la cabeza junto a cosas del día. Conocer gente nueva, quedarte siempre con los mismos. Sentir que no te entregás a nada o que estás dando todo. De los momentos de ocio y de los de un poco más de presión. De los métodos, de las formas, del contenido, del argumento; siempre se saca algo.
Poder disfrutar de los éxitos juntos y bueno..saber que en camino también te vas a encontrar con algún que otro fracaso. Pero que no pese, o a lo sumo que no le haga sombra a todo el cariño. Que nunca está demás, que siempre es útil. Que si hay algo importante que nos llevamos todos los días a la cama es un beso.

lunes, 6 de septiembre de 2010

monopolio

No sé qué te hace pensar que sos impermeable a los mismos consejos que me das. Que no sos efímero, que no te vas a ir, que no se va a terminar, que siempre vas a estar para hacerme sentir mejor, que si te necesito vas a llegar, que nada cambia, que nadie cambia. No sé qué te hace pensar que tu arrogancia no lastima. Que tu falta de tacto ante ciertos temas me molesta. Que no seas capaz de diferenciar interlocutores.
Que me afecte a niveles estratosféricos todo, puede ser. Que esté más susceptible últimamente puede ser. Pero lo que no puede ser es que siga así esto. Que vos creas que de un sólo lado se da. Que vos sigas jugando a esto a expensas mía, no va más.

ex nihilo nihil fit

¡Ya me dí cuenta! ¡Ya sé qué es lo que me pasa! Es que estando cerca tuyo no puedo estar mal, no encuentro excusa, no encuentro lugar para estar mal. No es muy sano y mucho menos común esto que te estoy diciendo pero es la realidad. Estoy mal todo el resto del tiempo que no te veo y me pongo aún peor cuando me doy cuenta de eso. Entonces no te hagás el pelotudo porque vos lo fomentaste también. Yo no estoy *tan* loca.
A la una, a las dos y a laaaas..tres. Paro de llorar. ¿No? Ah bueno, probamos otra vez entonces, a la cuenta de tres voy a dejar de llorar, no importa en qué esté pensando, no importa hace cuánto me moleste, no importa que se me acumulen las cosas, no importa que todo siga básicamente igual a antes. Y no boluda no te pongas a leer boludeces que volvés a llorar, y de paso sacá esa música deprimente de fondo que cuando escuchás la letra desde el baño te volvés a poner a llorar como una idiota en la ducha. Evitá papelones, no llorés en el bondi de nuevo, no avergüences a tu mejor amiga, ahorrále el llanto de minita empedernido a la almohada que ya fue víctima de varios. Y ya que estás en plan "cambiar las cosas" verbalizá un poco, dejá de comerte toda tu caca. ¿Listo, terminaste de llorar? ¿Alguna vez te vas a cansar de llorar, te vas a secar o algo por el estilo? Ah, que me vaya a cagar..bueno..bueno, son maneras y maneras de ver las cosas. Está bien, no te hablo más, quedate llorando sola..ah, ¿que querés compañía? sé que no estoy en posición de pedirte nada pero podrías pedírmelo bien y me quedo. Está bien, si dejás de llorar un poco me quedo, pero nada más un rato.
Como todo, como siempre me das de a ratos.