lunes, 30 de agosto de 2010

tengo un temita.."impulsos"..

Y el problema está cuando me encuentro buscando parecidos muy de drogadicta, cuando estoy charlando con alguien en un bar que claramente sus intenciones no son conocer lo más profundo de mi ser o quiere que sea la madre de sus hijos y le cuento la noche entera sobre el pibe que no me da pelota. Y no sólo se lo cuento sino que cuando trata de escapar sutilmente por las ramas y saca otro tema tengo la increíble capacidad de inmediatamente relacionarlo con él, al estilo de: "un primo mío sigue gastronomía.." -"ah, si? a él le gusta comer.." (historia real). Lo preocupante es verlo en TODO, hasta en batallas (si habrá cosas poco felices) te sonreís encontrándole, ni siquiera su nombre sino, una similitud. Uh e increíble, me acabo de acordar porque me acaba de pasar, creer que tu celular hace lucecitas. No sólo que no las hace porque está apagado, sino que claramente si se fueran a prender lo más factible es que sea mi vieja para ver qué estoy haciendo. Y la mejor lejos, porque la del celular por lo menos está la chance de que suceda, de que se te prenda una lamparita un día de estos y que se prenda mi lucecita con un mensaje tipo "te invito a tomar algo..". Pero no, claramente en este siglo no va a suceder, pero a lo que iba es que la que supera la del mensajito pedorro de texto, es la del mail. ¡El mail! ¡El SEÑOR MAIL para ustedes por favor! Entrar al mail como con esperanzas y encontrarte con spam. Triste, aburrido, poco romántico, encarcelador, atosigante spam. Ese momento en que la vida te golpea duro en la cara y te dice "eh..no..claramente OTRA VEZ entraste a TU mail esperando OTRA COSA y te encontraste con LA NADA MISMA" ese momento en el que sentís que el vacío del buzón de entrada te chupa. Entonces caés en la cuenta de que definitivamente hoy TAMPOCO era el día de la declaración de amor que tanto estabas esperando, entonces cerrás la página como diciendo "puta madre!" y en voz baja "pero sé que mañana es el día" y después en voz alta de nuevo te gritás muy enojada por la boludez atómica que acaba de proclamar tu voz interior "no ves idiota que ni hoy ni mañana ni en 28 años va a ser el día!?". Y qué bien, puf! cómo te sacaste todo eso de encima y ni siquiera es hora del almuerzo. Ahora sigue más o menos normal tu día, con las cosas de siempre, atareada con las mismas boludeces, cambiando de trámites para variar y mover el culo un poco. Pasás por algún lugar y te acordás de él, pero nada que interrumpa drásticamente tu rutina. Seguís de largo, tu día pasa..tus días pasan. Y la realidad es que..NADA PASA! A la noche por ahí, o un domingo de frío, te acordás un poco más. Analizás un poco más las situaciones ¡como si ya para este momento NO te llevaras el premio a "la minita más analizada sobre el planeta tierra"!(un premio muy reconocido entre las grandes enfermas mentales, sponsoreado por Home&Health y un programa que se llama "Entrando en la cabeza de la mujer psicótica y negadora" de Discovery Chanel..muy interesante a todo esto..) Cuestión que de noche te acordás un poco más, volvés sobre el día y deseás poder haber contado con él para algo, para nada como para que te acompañe en la cola del banco, no pedís grandes cosas. No estamos hablando de una mina con delirios de grandeza que requiere de una Amex negra y viajes a St. Barths cuando está aburrida, estoy diciendo: sosteneme las bolsas del disco mientras abro la puerta. Pero no, no estuvo y probablemente no vaya a estar; y no, tampoco da que le mandes un mensaje diciéndole nada onda "me acordé de vos cuando me estaba rascando la planta del pie en el bondi" porque no los entendés, están totalmente vacíos de contenido, no me llevan a nada excepto a esperar una respuesta cosa que agranda la llaga..en fin..todas en contra la de tratar de hacerme la copada mandándote mensajes en plan amiga.
La que está en el top five de las pelotudeces hecha por la forra enamorada son las conversaciones en el imaginario. ¡Uf! Esas sí que son un viaje, y no estás ni de ácido ni en un 747. Recrear un momento y hacer las cosas distinto, terminar las frases que dejaste colgando, imaginarte varias otras situaciones que evidentemente nunca se van a dar si las pensás. Y en su defecto: si encontrás el momento y el lugar y las tratás de recrear como las habías flasheado en tu cabeza te salen siempre como el orto. Pero es ley eh. Es como, de esa noche que creías que no ibas a conocer a nadie, entonces salís bien hippie sucia que no cree en el sistema de depilación español y te perdés un inglés re buena onda por pelotuda. Lo que me hace volver a los pobres pibes a los que les limé la cabeza en bares o boliches con el pobre pelotudo este, que culpa real no tiene de nada, soy yo la que tiene más ficción encima que Borges.

domingo, 29 de agosto de 2010

continuará..

Cuando ya empezás a replantearte palabras que realmente antes no estaban en su léxico común es el momento en que te das cuenta que poco a poco se fueron yendo a la mierda, ambos dos. Y nada es irremontable a no ser que así lo quieras, pero ya es indicio de que las cosas lentamente están en bajada. Después de eso vienen los planteos aún más pelotudos que antes, si lo cotidiano osó joderlos en algún momento en esta etapa se van a ver rodeados por él. No sólo ya no hablan el mismo idioma, no sólo se pelean por ver quién llamó la última vez, sino que ahora ya no tienen ni temas en común. Todo lo que antes era pura fascinación, novedad, sarcasmo y risas ahora es hábito, sabido, molestia y caras de culo. Se les hace complicado hasta caminar juntos en la calle, van a destiempo. Te sentís una arritmia con patas. Cuando intentás programar planes distintos, como para salir un poco de lo usual, y ves cómo se desmorona rápidamente. No se encuentran, es incómodo, notás los gestos torpes. Darte cuenta que sin mirarse a los ojos una conversación no se sostiene pero la realidad es que está todo tan hablado que lo único que te queda es mirar para otro lado, como aceptando las cosas como son. Pero es verdad, cuando son una pasada de cuentas constante..

domingo, 22 de agosto de 2010

resto del mundo

Me noto más receptiva a otras cosas, más en la mía que en la del resto del mundo. Porque al fin y al cabo el resto del mundo no se va a dormir conmigo a la noche y no se queda pensando en lo que pudo o no haber pasado, en si realmente en algún momento te importé. Entonces lo que haga el resto del mundo, que siga de largo, que se vaya a su cama de resto del mundo y se quede ahí. Que no se pueda levantar un domingo después de haberte visto, que no pueda aguantarse las ganas de llorar y que se tenga que hacer a un costado para hacerlo; que lo haga a ver cómo le va al resto del mundo. Tener que verlo como si fuese normal en ese estado. A ver si el resto del mundo es tan macho cuando se acuerde de vos al pasar por algún lado, cuando le salte una foto tuya desde un cajón ordenando y no le surjan las ganas irremediables de querer tirarlas a la re mierda. Vamos a ver qué hace cuando la ansiedad sea tal que no pueda evitar abrir un mail para saber cómo andas, qué estuviste haciendo o si pensás volver. Me intriga la reacción si se le cruza en el chino un día cualquiera de pijama y rodete, porque hay que tener ganas para verte pero definitivamente de improvisto es mejor. Quiero ver al resto del mundo en plan de amiga, saber qué dicen, cómo la cortan, qué toman por natural. ¡Ah y en esta me encantaría!: cuando crea verte en la calle, se de cuenta que no sos y quiera regalarle el desayuno al primer transeúnte que se le cruce.
Me gustaría saber qué haría el resto del mundo en mi situación.

monólogo interno

Estoy más madura, sí, desde que nos vimos por última vez cambié bastante. No, ya no tengo esa obsesión con los tics; no, tampoco, sigo diciendo las mismas boludeces que antes. Pero ahora me siento en otro lugar, distinto. Un poco más pasivo, como con no tantas ganas de meterme, viendo que hay cosas realmente más importantes y fatales que lo que le pasa a mi ombligo y al área que lo rodea. Es cierto, sí, conocí a mucha gente desde que no te veo. Volví a hacerme amiga de gente con la que había perdido el contacto e inclusive de gente que nunca en la vida pensé que me iba a llevar así de bien. Sigo concentrada en las mismas cosas superficiales de siempre, pero ya más por hábito, no sé si es un genuino interés ahora. Estoy como quien diría disfrutando de las pequeñas cosas, de encontrar tiempos con mis amigos y mi familia. Sí, lo de las fiestas lo sigo haciendo, ya más por inercia que por otra cosa, estoy acostumbrada a dormirme tipo 7 y despertarme a las 3 mínimo, vos sabrás mejor que nadie. Con el celular sigo siendo la misma colgada, ahora últimamente me jode bastante conectarme y prefiero verme face to face, pero básicamente la gente siempre es la misma asi que, soy una fuente bastante agotable de temas. Estuve leyendo bastante, sí, me dejé de distraer con tus forradas si esa era la pregunta; desde que dejamos ese hábito bastante enfermo y asqueroso de mandarnos mails jugando a que éramos novios tengo mucho más tiempo de ocio. Me anoté en un gimnasio y todo, no lo podrías creer seguro si me vieras ahora estoy blanca teta y 72 toneladas arriba de mi peso ideal. Sigo teniéndole miedo a las mismas cosas: esos perros que traban la mandíbula, que me coma el cuco si saco una pierna de la cama y a que si como dos papas fritas que no tienen el mismo tamaño me pueda llegar a caer mal.
Pero bueno, esto es lo que estuve haciendo, ahora lo que no es una lista un poquitito más larga; pero definitivamente la encabeza que nunca volví al lugar donde prometimos encontrarnos. Y si existe algo como el "estar orgullosa por no haber hecho algo", me autoadjudico ese adjetivo.

a silenciosa

Como todo eso que tenemos que callar día a día, y enterrarlo para que no se note en nuestras miaradas. Como esas cosas impuestas que uno nunca sabe muy bien de dónde nos las impusieron, pero ya están acá. Con uno, siendo parte de uno, con los tabúes y todo.
Preparados o no, con o sin ganas, estando disponibles u ocupados. Siempre, todo el tiempo esa sombra.

martes, 17 de agosto de 2010

"hoy me chupa todo un huevo" voy a titular a este

Que vengas o no, que me llames o no, que actúes indiferente, que te intereses, que histeriquees, que me busques, que no me respondas, que te hagas el misterioso, que juegues con las palabras, que te acerques, que haga que te alejes, que me invites a ver cómo copulan las hormigas en Discovery Chanel, que directamente no me llames, que tengas planes chape a full, que me digas "no voy a ir", que me regales boludeces, que estés detallista, que estés saliendo con alguien, que estés solo, que estés contento, que estés con la facu, que estés con quilombos, que tu viejo me quiera, que tu hermano crea que soy una concheta, que seas un total imbécil, que siempre te fijes en lo mismo, que tus comentarios me molesten en sentidos que no deberían, que no pueda rematarte algo tan simple como eso, que me intimides en niveles muy básicos, que seas tan poco intimidante para otras personas, que te empiecen a molestar las fiestas, que salgas un poco más con tus amigos, que escuches otra música, saberme tu película favorita, que estés tomando ese té de manzanilla o no, que estés leyendo el libro que te regalé, que sigas viendo las mismas series pelotudas, que quieras discutirme hasta en las cosas más obvias, que me quieras dar la razón sólo por dármela, que te sientas orgulloso por ser "the bigger person", que digas cosas como super maduras y superadas cuando sabés que no, que estés o no en tu casa, que te encuentre de pura casualidad caminando por algún lado, que te sientas identificado con este post o no.
que tengas mucha suerte en tu vida..
Hay momentos en la vida de una que te encontrás un poquitito más allá. Más allá de todo, son esos días en los que definitivamente me chupás un huevo.

lunes, 16 de agosto de 2010

¿A qué tenés más miedo: al sí o al no? me preguntó un amigo hace poco..todavía estoy buscando la respuesta.
Porque el sí porque sí, así como quien no quiere la cosa no lo quiero. El sí por intentarlo, como si estuviéramos forzando algo tampoco. El sí por mera imposición social no va. El sí por el simple hecho de no estar solos, ese sí que se escapa por la comisura de los labios pero quiere volver a entrar. El sí por compromiso como diciendo "si ya llegamos hasta acá..". Al sí con ganas de ver lo que viene, al sí que no está preparado pero ansioso. Al sí que da vueltas en la cabeza, al sí que te sigue por donde vayas. Al sí orgulloso de sí mismo, al sí que busca superarse, al sí que busca encontrarse juntos en algún horizonte, al sí digno.
El no por el no tampoco lo quiero. El no con un justificativo, un atrás aunque sea. No al no por lo que vaya a decir el otro, el no por miedo a la adaptación. El no por mera esperanza idílica. El no por historial, un no casi anacrónico. Me rehúso al no por costumbre, al no ese asqueroso hábito del que no tiene tiempo ni ganas.
Pero no tener ninguna de los dos, nunca, me va a hacer seguir buscando la respuesta mucho tiempo más.
Que sea cierto el jamás.

"hoy estoy poética" se titula este

Todos casi siempre pasamos por ese momento o podemos identificar ese segundo donde dijimos "apa! es verdad..estoy hasta las pelotas con tal persona".
Y no es sólo cuando tratamos de resaltar sus defectos como cosas para limar, cuando leemos todo exactamente al revés, que nos deja colgadas es porque tiene otras cosas para hacer, que sacamos de la galera excusas tan pero tan pelotudas como "pasé a comprar alimento para mi tortuga, justo cerca de tu casa..es que ahí venden el mejor..", no es rebajarnos a esperar que mande un mensaje, ni que llegue a la fiesta, no es el momento en el que perdemos cualquier tipo de dignidad cuando le lloramos a cuanto hombre, mujer, androide se nos aparezca en el campo visual un día con unas copas demás, no es verlo en cada foto, cara, actitud patética y reticente de la pasividad constante. No es las veces que te sentís una enferma patológica digna de estar internada en el sector "violadoras" de la cárcel de mujeres -si es que existe alguno así- por todas las veces que entraste en su perfil. No es releer línea por línea para tratar de encontrar algo, una pista..bah..ni siquiera, para qué te mentís..buscás algo que te de un pie, te inventás algo que te de un pie. Das vuelta las frases y las acomodás a tu antojo, tratás de pensar qué letra en realidad quiso poner ahí pero tipeó mal. Pero no importa, seguís porque nunca es demasiado bajo. Es cuando creés ilusamente que va a venir, que una distancia no es importante. Cuando pensás cual niña ingenua de 12 años que va a llegar a tu puerta y te va a hacer una declaración de amor. O esas veces que ni siquiera estás pidiendo eso, estás necesitando un texto, un beso, un algo que te de la pauta de que se está poniendo los huevos donde van. Y la mayoría de las veces ni se acerca al plan ambicioso de la serenata: es pedir que hoy se acuerde de vos y lo veas. No te importa en qué contexto, con quiénes, qué van a estar haciendo, sólo verlo. Y como una pelotuda te figurás situaciones en tu cabeza que claramente nunca van a suceder. Leés una y otra vez las mismas frases, los mismos libros, ves las mismas fotos, pensás qué pensará él de tal cosa, deseás estar en todos esos lugares juntos, planeás de acá a dos meses como si no fueras de las que no tienen ni la más puta idea de lo que van a hacer el fin de semana o dónde está el labial. Ya volaste, ya fuiste y volviste en algunas ocasiones. Bombachas con volado, en serio? pensaste..dios santo! y ya ni te importa cómo pero lo querés en la cotidianidad de todo, en poder decir esto es mío, nuestro, tuyo, mío, casi mío, te lo robé. En hablar 25 horas por día como si fuese normal, en ver qué hace ese día y cómo arreglan para verse, en lo lindo que serían los bebés!
En bueno, creer que va a funcionar..
Enferma, como si no toda la recopilación de información hubiera bastado, hiciste las corroboraciones empíricas pertinentes y aún así te da todo negativo. Poniendo y sacando el margen de error, tratando de usar otros números; y no, siempre te da error. Es momento de que te des cuenta, pero tranquila te vas a decir y si no es este es el próximo.
Con cada persona es distinto, siempre el momento es otro. Con uno puede ser estar leyendo un mail en tu casa y no sabés muy bien cómo pero una angustia anónima te cierra la garganta y te ponés a llorar. O puede ser el día que sin haberlo dicho nunca antes en voz alta te surge, pero lo reformulás rápidamente en forma de pregunta..
Esperemos a ver cuál es el momento de ese.