jueves, 19 de mayo de 2011

Achtung

Siempre le resultó una palabra bonita, una linda manera de cuidar el paso, de mantenerse atento. Contaba los días que pasaban y no le resultaban tantos. No creía que le estuviera dando resultados, no buscaba eso. Nunca se había fijado en eso. ¿Por qué empezar ahora? se preguntó más de una vez. Con el tiempo se fue olvidando, dejó de temer por su seguridad. Los recuerdos se pasaban al sepia, cruzaban al otro lado con una balsa. Si su memoria lo traicionaba, alguien lo arrancaba y le recordaba que tenía que quedarse ahí. Así como pasó con los recuerdos empezó a pasar con el tiempo, nunca entendió bien si uno causa del otro o viceversa. Los cuadros favoritos ya no tenían el brillo inicial de las primeras miradas de amor.

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