lunes, 8 de marzo de 2010

Y en la esquina de tu casa con "nunca más nos vimos" cerré la boca por primera vez en mucho tiempo y me dispuse a temblar. No entendía muy bien si de frío, de miedo, de angustia. Sabiendo que las cosas no iban a ser como antes y siendo conciente de que me iba a tener que ajustar a los nuevos cambios. No fue lo más inteligente que había hecho en años esa movida pero sí, deifnitivamente, lo más sincera y directa que pude serlo en mucho tiempo. Con el viento a favor decidí alzar velas y franquear nuevos lugares.

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