domingo, 6 de junio de 2010
A las cosas por su nombre
A la gente por su utilidad, a las cosas por su valor, a los perfumes por sus recuerdos, a las caricias por sí mismas, a los reencuentros por las memorias, a la memoria por las historias, a los instántes por los momentos, a los temas por hablados, a los silencios por repetidos, a las costumbres por malas, a las máscaras por incómodas, a los animales por básicos, a la modernidad por asquerosa, a las mujeres por resentidas, a los problemas por circunstanciales, a las opiniones por congruentes, a los hombres por vistos, a las aventuras por épicas, a los colapsos por deslices, a los errores por aprendidos, a las formas por su contenido, a los sueños por hechos, a las verdades por relativas, a las expresiones por puras, a las conversaciones por complementarias, a los impedimentos por objetivos, a los controles por obtusos, a las tangentes por ricas, a las realidades por espejismos, a los árboles por gelatina, a las metáforas por prefabricadas, a los nudos por lugares, a los no por respuesta, a las sumisas por pobres, a las películas por abridoras, a las experiencias por sabias, a las preguntas por válidas, a los parciales como nulos, a los astros por comestibles, a las subidas por fascinantes, a las letras por sangre, a las relaciones por sus tiempos y a vos por vos.
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