Creo haberte visto pasar. Entre caras de la gente, en pleno centro. No salgo de mi asombro ya que no nos conocemos. ¿Cómo es posible ver a alguien que no se conoce? Pero juro reconocerte en caras, en frases, en libros, en viajes, en fotos. Juro reconocerte en todo lo que para mi tiene un significado. Creo haberte encontrado ayer en una canción. En una parte de una hoja caída de un árbol, en una calle solitaria del barrio. Creo haberte visto en el fondo de una de las últimas botellas de la noche. Creo haberte escuchado, pero eso no es posible. No conozco tu voz. Tus ojos me miraron con tanta ternura ayer a la tarde en el centro. Al menos eso es lo que me gusta pensar a mi. Que me miraste y en un segundo nos perdimos y nos volvimos a encontrar. Porque estamos hechos uno para el otro entonces no me es posible virar la vista. Quiero tenerte acá conmigo, bien cerca. Respirar en tu pecho y que me cuentes como fue el día. Luego pasaríamos a la parte de las cosquillas o costillas, ya no sabría bien porque hasta ahora creo haberte visto hasta en la comida que no quise comer para poder verte bien. Pero verte admirándote, no verte de cualquier modo. Todas esas grandes hazañas que me contás. Todos esos fragmentos de libros que sabés que me enamoran un poco más. Todavía no salgo de mi asombro. No nos conocemos y sin embargo ya te extraño. Y te encuentro, eso es aún más psicópata. ¿Cómo es posible encontrar a alguien que no se conoce? Ya querrás conocerme vos también. Te vas a sorprender de lo que podremos hacer. Ya no hay nada que me lo impida.
Esta semana voy a salir...y te voy a conocer.
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