Una medida un poco más precisa,
más cuantificable para ser precisas.
¿un metro de amor? ¿3 kilómetros de amor?
¡No!¡Ya sé! Media docena de amores.
En plural y para pasar el rato.
De a seis que vayan pasando.
Que se peleen, que se vayan
y al final del día que quede uno.
Un algo que ya se veía venir,
que predijo más de un duende
y dos o tres hadas.
Un algo que se huele, se siente y se palpa.
Porque no debe ser cosa mía nada más,
si el resto del mundo lo ve debe ser porque está.
Y si sólo está en mi cabeza,
fue un buen flash.
Creer que por momentos tu respiración
se agitaba, que te interesabas más que en las demás,
que llegaste a verme
como yo te vi.
Por ahí te decidas un día de estos:
de improvisto me cierres con un beso,
me abras con tu mano.
Y te de mi corzón de cuajo y goma.
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2 comentarios:
Está muy bueno esto que escribís che!
gracias Tomás! si supiera cómo responderte por un medio un poco menos homosapiens que en mi propio post lo haría! jaja un beso
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